Aguirre protege por ley los árboles urbanos y prohíbe su tala y la poda indiscriminada
MARIANO CALLEJA
Tras la polémica del último verano por la desaparición de miles de árboles que tuvieron la mala suerte de crecer en el camino de alguna de las numerosas obras, el Gobierno de Esperanza Aguirre aprobó ayer el proyecto de ley de Protección del Arbolado Urbano, que prohíbe la tala y las podas indiscriminadas. Se trata de la primera norma de estas características que se dicta en una Comunidad Autónoma, que protegerá todos los ejemplares de cualquier especie arbórea con más de 10 años de antigüedad o 20 centímetros de diámetro de tronco al nivel del suelo que se ubiquen en suelo urbano.
Cuando la tala sea la única alternativa posible y el alcalde lo apruebe con el correspondiente decreto, la ley exige la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado. Y si la edad no es conocida con un mínimo de certeza, deberán plantarse 50 ejemplares por cada árbol eliminado.
La presidenta regional se mostró especialmente satisfecha con este proyecto, que ya anunció en el reciente debate sobre el estado de la región. El árbol, comentó Aguirre, es el elemento más próximo que tienen los ciudadanos de la presencia de la naturaleza en su ciudad y forma parte de su patrimonio histórico-artístico.
Inventarios municipales
ABC.es
MARIANO CALLEJA
Tras la polémica del último verano por la desaparición de miles de árboles que tuvieron la mala suerte de crecer en el camino de alguna de las numerosas obras, el Gobierno de Esperanza Aguirre aprobó ayer el proyecto de ley de Protección del Arbolado Urbano, que prohíbe la tala y las podas indiscriminadas. Se trata de la primera norma de estas características que se dicta en una Comunidad Autónoma, que protegerá todos los ejemplares de cualquier especie arbórea con más de 10 años de antigüedad o 20 centímetros de diámetro de tronco al nivel del suelo que se ubiquen en suelo urbano.
Cuando la tala sea la única alternativa posible y el alcalde lo apruebe con el correspondiente decreto, la ley exige la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado. Y si la edad no es conocida con un mínimo de certeza, deberán plantarse 50 ejemplares por cada árbol eliminado.
La presidenta regional se mostró especialmente satisfecha con este proyecto, que ya anunció en el reciente debate sobre el estado de la región. El árbol, comentó Aguirre, es el elemento más próximo que tienen los ciudadanos de la presencia de la naturaleza en su ciudad y forma parte de su patrimonio histórico-artístico.
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